LA AMNESIA COLECTIVA QUE NECESITA EH BILDU

En una jornada celebrada hoy sobre "Buen Gobierno" en la Cámara de Comercio de Gipuzkoa Urkullu ha recordado a EH BILDU (que no es otra cosa que la HB de toda la vida), que "el nuevo tiempo hay que ganarlo sin amnesias selectivas."

El "mirlo blanco" Mintegi en su época de candidata de HB

Y es que es evidente el esfuerzo de los Permach o Barrena en olvidarse de un pasado y de todo el daño causado, argumentando que llega un nuevo tiempo. Lo hacen como si los demás acabáramos de nacer, sin rubor alguno. Ellos han decidido que llega un nuevo tiempo y todos tenemos que hacerles la ola, como si durante los últimos 40 años no hubiera pasado nada o todos hubieramos estado apoyando el tiro en la nuca.

Ha insistido Urkullu en que "no construye más país quien más grita o quien más alardea de abertzalismo". Y cuanta razón tiene. Desde Txiberta hasta hoy algunos se han empeñado en tomar las calles al asalto. Manifestaciones en muchas ocasiones violentas; politización de las fiestas, la eduación  y la cultura; coacción de los que pensaban diferente y, sobre todo, una apoyo incondicional y explícito a una banda terrorista. Todo ello siempre tras la bandera del abertzalismo y el socialismo, pero justificando la destrucción del país y el asesinato de obreros.

Dice muy bien Urkullu eso de que no valen las amnesias colectivas. Yo añadiría que tampoco vale el pancartismo demagógico de ahora. Hay multitud de estudios sobre el coste económico que el terrorismo ha supuesto para este país. Algunos son más objetivos que otros. Los hay ciertamente infumables. Algunos llegan a cifrar los costes en 15.000 millones de euros. Otros, como la parte "potable" del informe de Mikel Buesa y que se refiere a los costes directos (y por tanto objtivables), cifra el coste del "abertzalismo eta sozialismoa" del que ahora Bildu quiere que nos olvidemos en 1.377.552.000 € entre 1993-2008.

Una cosa está clara, ETA y la kale borroka han costado varios miles de millones. Eso es incuestionable. HB ha defendido esa dinámica de destrucción durante décadas y, ahora, cuando queda claro que no servía para nada, simplemente quieren hacer borrón y cuenta nueva. Peor aún, se atreven a reprochar a los que han estado construyendo en vez de destruyendo que no han gestionado bien la economía. Imaginemos lo que esos miles de millones supondrían ahora. Cuántos problemas menos. Pero no se puede hacer borrón y cuenta nueva. Ese dinero no está y, lo que es peor y no está cuantificado, cientos de inversiones nunca realizadas o venidas abajo que hoy supondrían puestos de trabajo e ingresos.

¿Cuántos jóvenes no tiene hoy una oportunidad de trabajo? ¿Cuántos podrían tenerlo ahora si el dinero derrochado por los mismos que ahora integran EH Bildu hubiera sido destinado a crear empleo o a fortalecer la educación? Claro que ellos tenían una alternativa a eso."Échale jeta y métete en ETA" decían cuando se iniciaron las campañas por la objeción de conciencia. Mili no, pero no en Madrid, que aquí sí, siempre que fuera una mili revolucionaria y sozialista. Porque este es otro ejemplo de lo que quieren que olvidemos. Ahora quieren hacerse pasar por contrarios a las armas. Quién y los que defendían y apoyaban a quienes recaudaban el famoso impuesto revolucionario para comprar armas y mantener un arsenal que usar contra su propio pueblo.

La autodenominada izquierda abertzale tiene mucho que ocultar. Necesita que todos olvidemos muchas cosas para que ellos puedan seguir haciendo lo que han hecho siempre pero de otra forma. No han podido imponerse por las armas y ahora las armas no valen. Ahora quieren imponerse en las urnas. Como así tampoco puedan entonces ya sabemos lo que dirán de la democracia: que no vale.

Hago una actualización por las palabras de Otegi pidiendo perdón. Muchas veces se les ha exigido pedir perdón, así que hay que valorarlo cuando lo hacen. Es un paso más y bienvenido sea. Hay que dar más, no sólo ellos. Pedir perdón está bien, pero es normal que levante suspicacias cuando se hace justo ahora, en plena precampaña electoral y como anticipo de un libro que saldrá durante la campaña. En cualquier caso, para mi tiene el beneficio de la duda, así que a la espera de que se sincero y se vaya confirmando cuando no haya elecciones ni posibles réditos electorales, ondo.