Cinco y media de una tarde de otoño. Día despejado y buena temperatura. En la plaza de Algorta hay cientos de personas. Hay bares, comercios, farmacias, una salida de metro, etc... Todo el mundo va tranquilamente de un lado para otro haciendo recados; muchos toman algo en las terrazas; hay adolescentes que vienen de clase y multitud de niños que juegan en los columpios. Es un "pueblo" tranquilo, en paz. O lo parece.
No llegan a doce. Vestidos con chándal o pantalones de monte. Zapatillas de deporte y botas de trekking. Sudaderas con capucha y caras tapadas. Empiezan llenando las cristaleras de la boca del metro con sprais. Rojos y negros. Repiten las mismas pintadas, sobre todo una: "GORA ETA". Algunos de ellos, a unos metros, vigilan que no se acerque la policía. Estos ni siquiera se tapan la cara. Uno de ellos es conocido en la zona. Parece que la da igual que le reconozcan.
Pintan rápido y se desplazan. Se dividen en dos grupos. Van pintando todas las fachadas con espacio suficiente, las cristaleras de los escaparates, contenedores, todo lo que puede servir de superficie suficientemente amplia para sus "autógrafos". Mientras, la gente se les queda mirando, petrificada. Y lo niños. Y los jóvenes. Una niña de 6 o 7 años se acerca a una pintada y la toca. Se le queda el dedo rojo, la pintura aún está fresca. El dueño o empleado de un comercio sale corriendo tras ellos. Ya se van, tienen un itinerario marcado y hay que completarlo rápido, antes de que aparezca la policía.
No hay duda de quienes son. No hay duda de donde vienen. No sólo por sus "tácticas". Ni por sus "GORA ETA". Ni por su forma de vestir. El que iba a cara descubierta es un joven de unos 27 años, cuyo nombre y apellido es conocido. Es un asiduo de la herriko taberna. Es una cara conocida de esa juventud "alegre y combativa". Uno de esos orgullosos de ser de la izquierda abertzale desde los 14 años. Seguro que echaba de menos la "acción". Y sus compañeros no son marcianos. No han venido de fuera ni son ninguna clase de infiltrados. Son amigos suyos de la herriko. Allí han quedado para repartirse los botes de spray, los grupos y los itinerarios. Esto es la izquierda abertzale de siempre. Esto es Sortu. Esto es lo que ahora manda en EH Bildu. Son la versión joven de Josetxo Ibazeta, el asesor de Bildu en el ayuntamiento de Donosti al que el alcohol le traicionó y le hizo decir lo que sentía; aquel "GORA ETA" que le costó el puesto y le elevó al rango de mártir por la causa, homenajes incluidos.
En la IA siempre ha habido dos grupos: los que estaban a favor de la violencia y los que no estaban en contra. Y seguimos igual, sólo que ahora ha triunfado la tesis de que no toca. Estratégicamente no es ventajosa, así que momentáneamente la dejamos aparcada. Pero ahí sigue ETA, por si algún día hiciera falta su regreso a vanguardia. Y aún siguen creyendo en el terrorismo, lucha armada lo llaman, como un medio válido para imponer sus tesis a toda la sociedad. Y siguen considerando héroes a los terroristas de ETA. Y lo fomentan entre su gente. Y de vez en cuando, como ayer, nos recuerdan al resto que ahí están y que no tienen miedo a hacer lo que les venga en gana en la calle.
Laura Mintegi es su cara amable. Es el pretendido mirlo blanco. Pero Laura Mintegi no bajó de los cielos ayer. Por mucho que pretenda huir de las preguntas incómodas sobre ETA o los presos de la vía Nanclares ella ha estado siempre metida hasta las trancas en el sector duro de HB. Fue en listas por HB en un par de ocasiones a finales de los 80. Aquellos años pintadas como las de ayer era lo más suave que hacían los jóvenes como Artzuaga, el candidato a Consejero de Interior y a dirigir la ertzaintza. Sí, Julen Artzuaga, el que pretenden que sea lo que pomposamente llaman consejero de Libertades Ciudadanas (hasta hoy consejero de Interior), es un viejo amigo de la kale borroka. De las manifestaciones violentas con autobuses destrozados, contenedores quemados y escaparates reventados. Esta es la gente que EH Bildu nos presenta.
Lo que verdaderamente me preocupa es dónde están EA, Aralar y Matute y sus amigos. Saben perfectamente con quién están compartiendo listas. Saben perfectamente a quién están regalando sus votos. ¿Qué opinión tienen de lo de ayer Larreina, Matute o Garaikoetxea? Antes lo tenían muy claro, nunca fueron condescendientes con esas "ekintzas". ¿Qué pasa ahora? ¿No tienen nada que decir? Puede que lo de ayer parezca poca cosa, pero está claro lo que representa. Nos dicen "estamos aquí"; "ni condenamos ni rechazamos a ETA"; "la vía armada es válida y legitima y la retomaremos cuando nos convenga" y "no tenemos miedo, la calle es nuestra". Están envalentonados. Se ven fuertes. Asumen que todo apoyo a EH Bildu es apoyo a su forma de pensar. Si han practicado la violencia para imponer a toda la sociedad sus ideas, ¿cómo no van a pensar que en EH Bildu mandan ellos? ¿Cómo no van a pensar que todo voto que tenga Bildu, Amaiur o EH Bildu es un voto que respaldar sus tesis? Y más cuando los Urizar, Zabaleta y compañía callan y otorgan.
Espero, sinceramente, que los mencionados Zabaleta, Urizar, Larreina, Garaikoetxea, Matute, etc, no se tengan que arrepentir nunca de haber dado su apoyo y cobertura a un mundo que sigue pensando que tiene el derecho y el deber de imponerse por el medio que sea al resto de la sociedad. Vosotros sabréis en donde os habéis metido, por qué y para qué. Pensad que le contaríais a la niña esa de 6 o 7 años que se acercó a mirar la pintada y la tocó cuando os preguntara: "Aita, ama, aitita, ¿qué pone ahí? ¿Quiénes eran esos? ¿Qué significa GORA ETA? ¿Por qué lo han pintado en la pared de casa?"
Uno de los que dirigía el grupo de encapuchados era Mikel Astorki, un joven de Algorta de 23-24 años. Algorteño de toda la vida, antiguo alumno del Colegio Askartza Claret de Leioa. Todo un revolucionario...
ResponderEliminarTu tambien podrias poner tu nombre, listo
EliminarGente como tu sobra en EUSKAL HERRIA. Puto fascistas español.
ResponderEliminarALDE HEMENDIK!!!
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acusar de puto fascista español a alguien porque no tolera el que tipejos como ese mikel astorki haga pintadas amparado en la cobardia de todo un pueblo te retrata y dice mucho de que pocilga as salido tu.
ResponderEliminarun saludo y hoy y siempre mal que le pese a una minoria sanguinaria VIVA ESPAÑA
¿Viva españa? ¿minoría? Si tú eres como ellos, otro que niega la realidad para imponer su visión. INDEPENDENTZIA ETA BAKEA!
ResponderEliminarAupa Leioa ETA algorta
ResponderEliminarGora Euskal Herria