No se puede obviar la barbaridad de que Laura Mintegi y la IA se comparen con el lehendakari Agirre, alguien que rechazó los extremismos vinieran de donde vinieran y que hoy sin duda rechazaría el radicalismo autoritario de los Permach, Barrena y compañía. Pero aún así resulta curiosa la comparación que hacen desde Bildu EH intentando asimilar la figura del primer Lehendakari.
No es raro que desde la autodenominada izquierda y abertzale intenten apropiarse de unos símbolos que en origen son de otros y el paso del tiempo los ha convertido en símbolo universal de los vascos. Lo hacen con la ikurriña. Lo hacen con el arrano beltza. Lo hacen con el Euzko Gudariak. Lo hacen con el euskera. Hasta lo hacen con las cooperativas. Si alguno de los que enarboló y utilizó esos símbolos o herramientas en su origen levantara hoy la cabeza alucinaría al ver a esa gente. No les uniría nada y pensarían que lo que hacen los ahora jefes de Urizar o Matute no es sino una burda e impresentable instrumentalización.
Lo mismo ha pasado con la figura del Lehendakari Agirre. Durante 40 años la izquierda abertzale ha condenado al que fue primer Lehendakari de los vascos al ostracismo. Hace unos meses hacía de un homenaje indeseado por ellos pero heredado del gobierno anterior un acto oculto. Podría decir, incluso, que este verano falleció uno de sus hijos, alguien que llevó la memoria de su padre allí por donde fué, y no hubo ningún representante de la IA que se acordara ni acudiera. Ha sido para ellos una figura que no existió. Alguien del PNV, con todo el desprecio que para ellos implica eso. ¿Qué ha pasado ahora para que lo eleven al altar de sus ídolos junto a personajes tales como Otegi o Josu Ternera?
Pues simple y llanamente que por primera vez creen que pueden ganar unas elecciones. Al menos en votos. ¿Y qué les falta? Pues claramente un modelo válido que se haya experimentado y haya funcionado. Tienen mucha experiencia en la oposición diciendo que no a todo y planteando alternativas surrealistas y utópicas, pero carecen de experiencia de gobierno válida que presentar. Gipuzkoa no les vale mucho, no les está yendo demasiado bien y lo saben. Allí aguantan porque es su plaza fuerte, pero ese modelo ese inexportable a Bizkaia y mucho menos a Araba.
Así las cosas, necesitan parasitarse. Elegir un huésped y aprovecharse de la imagen de este. Exactamente igual que el resto de las veces. Sólo que esta vez es un poco más rocambolesco y absurdo si cabe. Eligen a un hombre que representó la centralidad en una época de extremos. Un Lehendakari que rechazó tanto los autoritarismos de izquierda como de derecha. Eligen, de hecho, un modelo que ya se está prestando, el del EAJ-PNV.
En fin, supongo que será algo pasajero, electoral. Se volverán a olvidar del Lehendakari Agirre y de su trabajo por Euskadi en cuanto pasen las vacaciones. Otros nos seguiremos acordando por ellos, como siempre.
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