Lo sorprendente, realmente sorprendente, es que cuando un político afronta una campaña con sinceridad se le hechen encima los campeones de la mentira.
"No prometer lo que no vamos a poder cumplir. Decir a la gente que vamos a exigir esfuerzos adicionales. Admitir que nada se podrá conseguir sin sufrimiento (...). Nos va a costar salir de esta situación, pero tenemos que recuperar el tiempo perdido."
Esta intervención de Urkullu, que debería levantar el aplauso general por su sinceridad y ser un acicate para aquellos que han venido practicado el embuste y la mentira durante largo tiempo espabilaran, ha provocado una reacción sorprendente.
Desde el PSE se ha lanzado el mensaje de que "esfuerzos" significa "recortes" y que si viene Urkullu, viene el lobo. Acojonante. Es de una indecencia política brutal que desde un partido político que accedió a la lehendakaritza con la mentira (Patxi López prometió no hacerlo de la mano del PP y la misma noche electoral se desdijo) use la sinceridad ajena de una manera tan manipuladora.
Todos nos acordamos de quién comenzó con los recortes: Zapatero, el adalid de los socialistas. Y todos sabemos como ha ido el Gobierno Vasco del ausente Patxi López recortando de aquí y de allá como no quede la cosa. Y para no perder votos, en una burda imitación del clientelismo que aplica en Andalucía, los socialistas han sido capaces de endeudarse hasta las cejas para seguir pagando facturas sin realizar inversión productiva alguna.
El nivel de endeudamiento al que han llevado Patxi López, Ares y el resto al gobierno vasco ha sido tal que ya ni ellos saben como hacer los próximos presupuestos. De ahí que hayan adelantado las elecciones para no tener que hacerlos. Cobardía política e irresponsabilidad total.
No quieren hacer unos nuevos presupuestos porque no hay dinero. Y si no hay dinero, hay que dejar de gastar en algunas cosas. Es decir, hay que hacer sacrificios. Lo saben, y precisamente por eso es aún más abyecta su mentira: saben que el próximo gobierno va a tener menos dinero para gastar y critican a Urkullu por ser sincero y reconocerlo.
Los socialistas están acostumbrados a conseguir votos mintiendo. Y a gobernar profundizando en la mentira. Ellos no dirán que hay que hacer sacrificios, aunque luego harán como Zapatero, que subió el IVA, el IRPF, recortó prestaciones, etc... De hecho, ya han aplicado las medidas de Rajoy por los que habrá que pagar más por las medicinas. Pero no lo dirán, no reconocerán lo que hay que hacer, porque no les importa mentir, sólo quieren los votos. No piensan en hacer, en construir un país prospero y mejor para todos, sólo piensan en gobernar. En pillar cacho.
Y este era el de la "formación en ciencias"...
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