jueves, 10 de enero de 2013

TXIKI MUÑOZ, DE HÉROE A VILLANO POR CRITICAR A BILDU



El nene se ha hecho pupa. Le sangra el dedo y se ha puesto a llorar. O como hacer el ridículo más espantoso en política al confundir el culo con las témporas.  Creía Bildu que el mundo es de color de rosa y que los sillones de las instituciones están almohadillados con algodón de azúcar. Y ha resultado que las mesas tienen esquinas y que las bancadas son más duras de lo que parecía.  




En el convencimiento más absoluto, e infantil, de que repitiendo una cosa cientos de veces esta se hace realidad, los chicos de la gasolina, una vez crecidos, pensaban que autodenominándose insistentemente Izquierda y Abertzale esto se haría realidad por si mismo. Es decir, que la actual Bildu es, en si misma e invariablemente, la izquierda y el abertzalismo de este país. No les define lo que hacen sino al revés: lo que hacen es lo que define la realidad. Va a ser que están en lo más profundo de la caverna de Platón.
Tiene que ser muy duro salir del mundo de la piruleta, donde todo es como tú quieres, y darte de bruces con la cruda realidad. Yo les entiendo. No están preparados, no les han enseñado. La culpa no es suya. Tres décadas gobernando pequeñas poblaciones en las que su palabra, respaldada por la acción de ETA y su mundo, era ley natural. Y ahora, de repente, se encuentran sin la tutela del primo de zumosol y en la tesitura de tener elegir entre la opción impopular y la opción todavía más impopular. Duro. Exigir a otros siempre ha sido más fácil.


Así las cosas no les ha gustado nada, ni un pelo, que un sindicato nacionalista que siempre había atizado a lo que consideraban el poder establecido, es decir, al PNV, les critique también a ellos. Han pasado de ser hipster políticos a ser mainstream políticos. Lo guay era el contrapoder, pedir sin tener que dar. Prometer la luna, y culpar a la maldita física por no poder traerla. ¿Es que no lo entiende Txiki Muñoz?
Ser de izquierdas y abertzale es ser de Bildu. Y uno no se critica a si mismo, señor Txiki Muñoz. El Secretario General de ELA ha dejado de ser el buen patriota. De héroe a villano. De aquí a que le acusen de reduccionista y liquidacionista no hay ni un paso. Que se lo pregunten a Trostky. Da zdravstvuyet revolyutsiya! ¡Viva la revolución! Yo me andaría con ojo. 

Txiki Muñoz, Secretario General de ELA y peligroso liquidacionista

De momento ya ha salido un grupo de afiliados a ELA, al menos parecen serlo, que se quejan de que el líder sindical no distinga la burguesía capitalista de los soviet revolucionarios y atice a ambos por igual cuando hacen cosas que no le gustan. Como si un sindicato pudiera estar para defender los derechos de los trabajadores, más o menos acertádamente, en vez de para hacer revoluciones. Se quejan de que no da tregua a Bildu. Y admiten que Bildu puede haber cometido algunos errores, pero solo porque no tiene mayoría absoluta. Tente ahí. Toda responsabilidad la tiene el no tener mayoría absoluta. Si la tuvieran, no habría problema. Lo malo es la democracia, un claro obstáculo para la revolución socialista.

Resulta preocupante la poca afinidad de la nueva Herri Batasuna a la democracia y la libertad de expresión. Quien más quien menos, creo yo que todos habíamos esperado que la emancipación de ETA fuera no solo real en lo estructural, sino, sobre todo, en lo ideológico.  Sin embargo, parecen muy serios los argumentos que indican lo contrario; que en esa amalgama popular-populista llamada Bildu, BilduEH o Amaiur, sobresalen viejos tics aparentemente convencidos de que lo que este país necesita es una reestructuración absoluta, ya sea voluntariamente o por la fuerza. Y que todo el que lo discuta debe ser eliminado (sino físicamente, sí al menos políticamente).  Malo malo.

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