Explica la wikipedia que "Otro apodo que reciben los bilbaínos es el de «chimbos» que proviene
de unos pájaros que se cazaban en grandes cantidades en Bilbao durante
el siglo XIX." Parece ser que tanta afición había a cazar esos pobres pajarillos que, todavía hoy, a la escopeta de aire comprimido, habitual en las barracas por ejemplo, se le sigue llamando txinbera.
Y la txinbera siempre cargada tiene el bilbainísimo alcalde Iñaki Azkuna. Esta vez le ha tocado, más bien se lo ha ganado a pulso, a la "amama sonriente" Laura Mintegi. La cara amable de la autodenominada Izquierda Abertzale que parece que aún no ha encontrado su sitio y que tiene toda la pinta de seguir el mismo camino que Iñaki Antigüedad.
Tienen en Bildu una especial relación con el alcalde de Bilbao. Ya sea porque Azkuna representa al PNV en Bilbao, mayor ciudad de Euskadi y plaza que se les resiste en todas las citas electorales a los nuevos-viejos revolucionarios. O por la, digamos peculiar y provocativa, personalidad de una alcalde que no deja indiferente a nadie. El caso es que han convertido al recientemente premiado como mejor alcalde del mundo en uno de sus más odiados y recurrentes objetivos políticos. No les gusta la imagen de señorito que tiene Azkuna. Ni su afición a los toros. Ni su, en ocasiones probablemente excesivamente celosa, defensa del orden establecido y de la ley. Pero sin duda, lo que realmente no le perdonan es que tenga mayoría absoluta en Bilbao triplicándoles en votos.
Así las cosas, desde la IA tienen la clara consigna de atizar cuando puedan a Azkuna, siendo la última protagonista de ello la ex-cabeza de lista Laura Mintegi. Y tanto afán por criticar siempre y criticarlo todo lleva a situaciones ridículas como la de Mintegi llamando a Azkuna, con ocasión del premio internacional a mejor alcalde, el "alcalde de Kukutza". Sería demagógico, si no fuera rídiculo. Y ¡zas! Txinbera cargada y diana. Mintegi puede no ser un txinbo, pero tampoco es un mirlo blanco. Derribo en tres etapas (argumentales):
1ª- Se desalojó el edificio porque el dueño tenía la ley de su parte. Tenía razón. En palabras de Azkuna "porque la tenía (la razón), porque si no, o vamos a la cárcel o tenemos que pagar seis millones de euros." A esto podríamos añadir que el PNV aumentó en votos en ese barrio con respecto a elecciones anteriores, por lo que además podemos decir que a la mayoría de la ciudadanía, el pueblo o el barrio en cuestión cuando menos no le pareció mal el desalojo. Tal vez incluso más bien todo lo contrario.
2ª- "No se puede sacar eso, sobre
todo una persona que no ha tenido al delicadeza, o ha tenido la mala
educación de no ir a la investidura de Iñigo Urkullu en Gernika, después
de haber sido su oponente en el Parlamento". Hasta Izagirre felicitó a Azkuna por el premio. Mintegi, ella sola, queda personalmente en evidencia. También podría haber recordado aquellas aseveraciones en el debate televisado en las que Mintegi decía que ella sabía de buena tinta que había un pacto de gobierno ya cerrado entre PNV y PSE y de las que aún no se ha retractado.
3ª- Le recuerda Azkuna que el premio de Mejor Alcalde del Mundo en 2012, pone a la capital
vizcaína "un poco más en el mundo. Alguien dirá ¿quién es este tipo
tan raro que le hacen el mejor alcalde del mundo? y ¿qué es Bilbao?, y
entonces se enteran, y eso nos interesa muchísimo y eso es bueno, no
para el turismo sólo, para nuestros empresarios, para nuestra gente,
para los que viajan,...". Vamos, que Mintegi no parece capaz de alegrarse un poquito cuando algo es bueno para el interés general, aunque el logro sea ajeno, antes que en el raca-raca populista propio.
Son cuatro las debilidades de Bildu que han quedado, aún más, expuestas a raíz de lo comentado. Por un lado, la debilidad de la coalición en Bilbao y su incapacidad para hacer oposición con argumentos un poco más sólidos que Kukutza y la txoznas.
Por otro, la debilidad de la coalición en la figura de su, aparente, portavoz. Mintegi no da la talla de ninguna de las maneras. Fue la apuesta por un producto enlatado de marketing, una cara amable bien adornada, pero sin la más mínima capacidad política. A estas alturas me imagino que ya sabrán que ponerla de portavoz en el Parlamento es un suicidio.
Otra debilidad es una más que preocupante incapacidad de ser capaces de distinguir el interés público, de reconocerlo incluso, cuando no concuerda con la propia idea de como tienen que ser las cosas.
Y, por último, que tienen poca cintura, son incapaces de desviarse lo más mínimo del camino marcado o improvisar. Puede que esto sea el resultado de la estructura vertical que heredan y de la necesidad de marcar unas líneas claras y fijas ante tanta diversidad de partidos, asociaciones y versos sueltos. Por ejemplo, hay que relacionar a Azkuna con Kukutza y lo hacen a todas horas y en todos los ámbitos, incluso cuando está totalmente fuera de lugar. Así, poca política se puede hacer en un país donde hay pluralidad y donde estás obligado a hablar y acordar.
P.D.: También existe un jabón llamado Chimbo, bilbaíno por supuesto. Es un jabón de esos antiguos, que lo mismo vale para limparse las manos que la ropa o los platos. Y es muy bueno, la verdad. De hecho un poco de jabón no les vendría mal en la IA, para limpiar toda esa mugre pseudostalinista que tienen.
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